Normalmente la lasaña o los canelones llevan salsa bechamel, pero yo decidí omitirla esta vez para hacer unos canelones más sanos. La reemplacé por tomate frito.
Como primera capa en el recipiente que va en el horno, puse salsa de tomates fritos. Mientras tanto, se pica brócoli en ramilletes pequeños, y berenjena y zanahoria en cuadritos. Se ponen a hervir en una olla con agua, poquito aceite de oliva, ajo en polvo, sal y pimienta al gusto.
Luego se escurre el agua, y cuando esté a una temperatura que permita manipularlas con la mano, se rellenan los canelones y se ponen como segunda capa en el recipiente, sobre la salsa de tomates fritos.
Se cubren también con salsa de tomates fritos, y cómo última capa se ponen lonchitas de queso mozarella o crema (o cualquiera que se derrita).
Y se lleva al horno hasta que el queso se gratine, súuuper rápido, fácil y delicioso y además mucho mas sano que unos canelones tradicionales :)
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